El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, aseguró que la Policía Nacional del Perú enfrenta serias dificultades, principalmente por un déficit de efectivos y un grave desabastecimiento de armamento, lo que afecta su capacidad para garantizar la seguridad en el país. Según explicó en la conferencia de prensa, estas carencias están complicando el trabajo de seguridad en todo el territorio nacional.
Déficit de efectivos y carencia de armamento
Santiváñez reconoció que uno de los mayores retos es la falta de policías en el país. Con solo 139 mil efectivos, la Policía Nacional no tiene suficientes recursos humanos para hacer frente a los problemas de seguridad. Aunque se ha intentado optimizar la distribución de los agentes, aún es necesario incorporar más efectivos para cubrir las necesidades.
En una entrevista en ‘Prueba de Fuego’ de RPP, el ministro anunció que, en febrero, se llevará a cabo un proceso de asimilación para incorporar 1,500 nuevos policías, muchos de los cuales provendrán de las Fuerzas Armadas. “Sabemos que la capacitación de un policía dura dos años, pero este proceso de asimilación extraordinario tiene una característica: que vamos a buscar asimilar a licenciados de las Fuerzas Armadas para que el proceso nos dure dos meses”, explicó Santiváñez.
Desabastecimiento de recursos logísticos
El ministro también subrayó otro grave problema: el desabastecimiento de armamento. La falta de chalecos antibalas, pistolas y fusiles ha afectado la operatividad de la Policía Nacional. Santiváñez explicó que, a pesar de los esfuerzos, las compras de estos equipos se han retrasado en varias ocasiones, lo que ha obligado al gobierno a declarar una emergencia en este sector.
En el mismo programa de RPP, Santiváñez comentó: “Comenté ahora en conferencia de prensa que tres veces se cayó la compra de chalecos en la Policía Nacional, por eso estamos declarando en desabastecimiento a la Policía para poder comprar las pistolas, chalecos, los fusiles». El gobierno está trabajando para subsanar estas deficiencias y proporcionar a la Policía Nacional los recursos necesarios para enfrentar los desafíos de seguridad en el país.