Israel llevó a cabo un extenso operativo militar contra Irán durante la madrugada del viernes 13 de junio, en un nuevo episodio de escalada en Medio Oriente. La ofensiva aérea, compuesta por cerca de 200 aviones de combate, tuvo como objetivo alrededor de 100 instalaciones, incluyendo sitios militares y nucleares iraníes. La operación dejó un saldo de cientos de heridos y la muerte de altos mandos militares iraníes, intensificando la tensión entre ambos países.
Bombardeos alcanzan instalaciones clave y zonas urbanas
Los ataques israelíes impactaron principalmente instalaciones nucleares, como las ubicadas en Natanz, cerca de Isfahán, en el centro oeste del país. Este sitio ha sido foco de atención internacional por su papel en el programa nuclear de Irán, considerado por Israel como una amenaza estratégica.
Según medios iraníes, los bombardeos también afectaron zonas residenciales en Teherán. Las autoridades reportaron al menos 329 personas heridas como resultado de los ataques aéreos en la capital. El impacto se sintió tanto en infraestructuras clave como en áreas habitadas, generando alarma en la población civil.
Altos mandos militares iraníes entre las víctimas
Durante la operación, medios oficiales informaron sobre la muerte del jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami. También se reportó el fallecimiento del jefe del Estado Mayor, Mohammed Bagheri, según la televisión estatal iraní.
En respuesta, el gobierno de Teherán anunció que tomará represalias, afirmando su “derecho legal y legítimo a defenderse”. Las autoridades iraníes han señalado que el país se encuentra en estado de máxima alerta ante la posibilidad de nuevos ataques.
Reacciones internacionales y consecuencias regionales
Previo a la ofensiva, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, difundió una imagen del mandatario colocando una nota en el Muro de los Lamentos en Jerusalén. El mensaje incluía una cita que decía: “Un pueblo se levantará como un león, como un león se alzará. ¡No se acostará sin haber devorado a su presa, sin haber bebido la sangre de sus víctimas!”
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, elogió la operación y anticipó que podrían venir acciones “todavía más brutales” si Irán no accede a un acuerdo sobre su programa nuclear.
El ataque provocó que varias ciudades israelíes permanecieran desiertas ante la expectativa de una respuesta militar por parte de Irán. Asimismo, se registraron manifestaciones tanto en Irán como en comunidades musulmanas de diferentes partes del mundo, en rechazo a los bombardeos.