El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, afirmó en una entrevista publicada este sábado en el diario italiano Il Corriere della Sera que el papa Francisco nunca dejó de gobernar la Iglesia, ni siquiera durante su reciente hospitalización. Según Parolin, incluso en los días más difíciles de su estancia en el Hospital Gemelli de Roma, el pontífice revisaba expedientes relacionados con cuestiones relevantes y tomaba decisiones cruciales.
Parolin destacó que, aunque el papa necesita tranquilidad y evitar el agotamiento durante su actual convalecencia, sigue siendo el responsable último de las decisiones importantes. “El Santo Padre necesita estar tranquilo y no cansarse demasiado. Se le presentan asuntos sobre los que sólo él puede y debe decidir. El gobierno de la Iglesia está en sus manos”, explicó el cardenal.
Sin embargo, muchas cuestiones rutinarias han sido delegadas a los colaboradores de la Curia Romana. Estos funcionarios pueden actuar siguiendo instrucciones previas y las normas vigentes sin necesidad de consultar directamente al pontífice.
La estructura operativa de la Curia durante la convalecencia
El cardenal Parolin subrayó que esta forma de trabajo no es nueva y ya se aplicaba antes de la enfermedad del papa Francisco. Según las reglas que rigen la Curia Romana, no todos los asuntos deben pasar por el pontífice. Los dicasterios de la Santa Sede operan bajo sus directrices generales y pueden tomar decisiones dentro de sus competencias específicas.
“En casos especiales pueden delegarse otros poderes”, añadió Parolin, citando como ejemplo las ceremonias de canonización. Aunque el papa debe pronunciar la fórmula oficial que formaliza la declaración de un santo, esta tarea puede ser delegada a un representante autorizado, como un cardenal, si fuera necesario.
Este sistema permite que la Iglesia funcione sin interrupciones significativas, incluso cuando el líder máximo necesita enfocarse en su recuperación.
Próximos compromisos papales: Incertidumbre sobre su participación
Sobre los próximos actos en el calendario de la Iglesia, incluidos los ritos de Semana Santa y la canonización del joven Carlo Acutis, programada para el próximo 27 de abril, el Vaticano señaló que aún es prematuro confirmar la participación del papa Francisco.
“Veremos qué solución se encuentra” para la ceremonia de canonización, dijo Parolin, quien agregó que dependerá de cómo evolucione la salud del pontífice en los próximos días. Una posibilidad sería delegar la tarea al cardenal Marcello Semeraro, prefecto de las Causas de los Santos, aunque aún no se ha tomado una decisión definitiva.
Por ahora, el papa continúa su proceso de recuperación en el Vaticano. Según informes oficiales, ha mostrado leves mejoras en la fisioterapia motora y respiratoria, así como en su capacidad para hablar tras haber sido dado de alta tras 38 días de hospitalización por una grave infección respiratoria.