Donald Trump ha logrado una rotunda victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, recuperando la Casa Blanca después de cuatro años de administración demócrata bajo Joe Biden. Este triunfo marca una sorprendente vuelta para el expresidente republicano, quien no solo venció el voto popular, sino que también aseguró una mayoría en ambas cámaras del Congreso, consolidando su regreso al poder.
Descontento con la economía impulsó el regreso de Donald Trump
La victoria de Trump se basó en gran medida en el creciente descontento de los estadounidenses con la economía y el rumbo del país. Aunque las encuestas anticipaban una contienda cerrada, el republicano superó las expectativas y ganó con comodidad en siete estados clave o “swing states”: Pensilvania, Michigan y Wisconsin en el Medio Oeste, y Arizona, Nevada, Carolina del Norte y Georgia en el sur. Estos estados definieron el resultado del Colegio Electoral, donde Trump logró una ventaja difícil de superar.
La campaña demócrata, encabezada por la vicepresidenta Kamala Harris después de que Biden se retirara de la contienda, enfrentó un desafío constante para competir con el exmandatario. Pese a los esfuerzos y el fuerte apoyo en ciudades como Filadelfia, el equipo de Harris no logró frenar la avalancha de votos republicanos, lo que resultó en una derrota significativa en varios de sus bastiones.
Una campaña polarizada y récord de participación
La campaña se caracterizó por su tono divisivo, con retórica intensa y ataques de ambos lados, incluyendo temas como la economía, inmigración, y el estado de la democracia en Estados Unidos. La creciente inflación y la inmigración fueron las principales preocupaciones de los votantes republicanos, mientras que el aborto y la preservación de la democracia motivaron a los demócratas, según encuestas a boca de urna.
Casi 85 millones de ciudadanos votaron de manera anticipada, ya sea por correo o en persona, reflejando una participación récord impulsada por la polarización y la importancia histórica de estas elecciones. En estados clave como Pensilvania, Arizona y Nevada, el voto anticipado, generalmente a favor de los demócratas, mantuvo el suspenso hasta altas horas de la noche.
La agencia Associated Press declaró a Trump como presidente electo en la madrugada del miércoles. Una vez más, el estado de Wisconsin resultó ser decisivo, otorgando al candidato republicano la ventaja necesaria para asegurar la presidencia.
Control del Congreso y un mandato de poder ampliado para Trump
Además de la presidencia, el Partido Republicano ganó el control del Senado y está cerca de lograr una mayoría en la Cámara de Representantes. Esto le otorga a Trump un amplio margen para impulsar su agenda política en los próximos cuatro años. En su discurso de victoria en West Palm Beach, Florida, Trump declaró que esta era una «victoria política sin precedentes» y anticipó lo que llamó “la era dorada de Estados Unidos”.
Con el retorno de Trump a la Casa Blanca, el país se enfrenta a un nuevo capítulo de polarización y profundas divisiones. Analistas señalan que, en caso de un cambio de tendencia en el recuento de votos, Trump podría volver a poner en duda la legitimidad de los resultados, como ocurrió en las elecciones de 2020. Sin embargo, con una victoria ya proyectada, el país parece encaminarse hacia un período de cambios internos e intensos debates políticos bajo el mando del presidente electo.