El bombardeo israelí del viernes en un suburbio de Beirut, dirigido contra líderes de Hezbolá, dejó un saldo trágico de 37 muertos, según el último informe del Ministerio de Salud del Líbano. Las cifras podrían aumentar, ya que los equipos de rescate continúan despejando los escombros del edificio destruido.
Bombardeo israelí en Beirut
El bombardeo tuvo como objetivo a dirigentes de la unidad Radwan, una fuerza de élite del grupo Hezbolá. Estos líderes mantenían una reunión en un sótano del edificio que fue impactado por el ataque. Hezbolá confirmó la muerte de dos altos mandos en el ataque, y fuentes cercanas al grupo indicaron que al menos 16 de sus miembros también fallecieron.
Víctimas civiles y un balance que podría aumentar
El Ministerio de Salud del Líbano había reportado inicialmente 31 fallecidos, entre ellos tres niños y siete mujeres. Con los esfuerzos de rescate aún en marcha, las autoridades no descartan que la cifra de víctimas siga aumentando, ya que varias personas siguen desaparecidas bajo los escombros.
Tensión creciente en la región
Este ataque se produce en un contexto de creciente tensión entre Israel y Hezbolá, grupo respaldado por Irán. Los bombardeos israelíes en áreas controladas por Hezbolá han sido frecuentes, pero este último ataque se distingue por su alto número de víctimas, lo que podría escalar aún más el conflicto en la región.