La escasez de agua potable sigue afectando a los vecinos de Pachitea, en Piura. Desde el domingo 2 de marzo, cerca de 350 familias en las calles Roma, Marañón y zonas aledañas no tienen acceso al servicio, agravando la situación ante las altas temperaturas.
El martes 4 de marzo, el suministro llegó de manera irregular y con agua turbia, no apta para el consumo humano. Ante esta situación, los vecinos han recurrido a extraer agua del subsuelo para cubrir sus necesidades básicas.
En contraste, las zonas bajas del asentamiento, como las calles Amazonas, Primera Pachitea, Zarumilla, Huallaga, Urubamba, Country, Morona y Pastaza, sí cuentan con el servicio, aunque en algunos sectores solo de 5:00 a.m. a 10:00 a.m.
Óscar Núñez Vásquez, exdirigente de la Juveco de Pachitea, exigió una solución inmediata: “Siempre sufrimos por la falta de agua y en este verano es insoportable no contar con el recurso hídrico”, expresó.
Además, recordó que, pese a la instalación de una motobomba nueva por EPS Grau en 2023, el problema persiste.
Otros sectores afectados
La crisis del agua no solo afecta a Pachitea, sino también a los asentamientos humanos Sagrado Corazón de Jesús, en Castilla, y diversas zonas del distrito Veintiséis de Octubre, donde el agua llega turbia o simplemente no hay servicio.
La empresa EPS Grau explicó que, debido a las lluvias recientes, el agua llega con altos índices de turbiedad a la zona de captación de la Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP) Curumuy, por lo que se paralizó temporalmente su operación para labores de limpieza y desinfección.
Este problema no es nuevo en Piura. En octubre de 2024, la ciudad enfrentó una crisis hídrica severa que llevó a la declaración de emergencia por estrés hídrico. En aquella ocasión, el proyecto Chira Piura permitió reanudar el abastecimiento transportando agua a lo largo de 52 kilómetros hasta la planta de Curumuy.
Los vecinos exigen respuestas concretas para evitar que la falta de agua se convierta en un problema estructural que afecte aún más a la población.