Una investigación periodística de Cuarto Poder ha revelado una serie de presuntas irregularidades en el despacho de la congresista Lucinda Vásquez. El reportaje expone la contratación de al menos tres sobrinos-nietos de la parlamentaria, todos sin título universitario registrado y con sueldos que oscilan entre los S/ 3146 y S/ 7200 mensuales. Entre ellos figuran Jimmy Pinchi Pezo, Edwar Rengifo Pezo y Kenyi Castro Rivas.
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La contratación de familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad contraviene la Ley de Nepotismo. Los mencionados trabajadores cumplen funciones como coordinador, auxiliar y técnico, respectivamente, pese a que su experiencia profesional no figura acreditada en registros públicos.
Por otro lado, el hijo de la congresista, Marti Frans Villacorta Vásquez, aunque no figura como trabajador del Congreso, visitó su despacho más de 130 veces. En imágenes difundidas se le observa cumpliendo funciones, gestionando visitas oficiales y acompañando a personal técnico. Incluso, fue registrado como representante congresal en una actividad de FONDEPES, hecho que podría ser considerado como una presunta usurpación de funciones, según especialistas consultados.
Denuncian transferencias de sueldo y uso de bonos sin justificación
El reportaje también expone denuncias por presuntos recortes salariales. Walter Tello, exasesor del despacho, declaró que fue obligado a transferir parte de su sueldo a familiares de Vásquez, con el argumento de cubrir “préstamos personales urgentes”. Las transferencias fueron corroboradas con chats y comprobantes a nombre de personas vinculadas al entorno familiar de la parlamentaria, como Hugo Pinchi Vásquez, Wini Elva Rengifo Pezo y Milagros Saldaña.
Otro caso mencionado involucra a la asesora Natalia Vásquez, quien habría realizado depósitos mensuales superiores a S/ 2000 a Kenyi Castro Rivas. Las conversaciones registradas muestran cómo se coordinaban los montos y medios de transferencia.
En cuanto al bono de representación, se indicó que pese a recibir S/ 11,000 mensuales como parte de su función parlamentaria, además de S/ 2700 semanales por semana de representación, la congresista presuntamente conservaba esos fondos íntegramente. Según testimonios, los gastos operativos eran asumidos por su equipo. Una conversación interna muestra la entrega de S/ 1200 a un familiar como parte de las actividades del despacho.
Consultada por el programa, Lucinda Vásquez no brindó declaraciones, negó vínculos familiares con las personas mencionadas y evitó responder sobre las pruebas expuestas en el reportaje.