En la era digital, la tecnología se ha convertido en una herramienta de doble filo en el desarrollo de los niños. El Dr. Carlo Oreste Botto Bonivento, experto en Neuropediatría de la Clínica San Juan de Dios Piura, advierte que el uso excesivo de pantallas en niños pequeños puede tener consecuencias significativas, incluyendo retrasos en el desarrollo y, en algunos casos, riesgo de autismo.
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Uso excesivo de pantallas en el primer año de vida
El Dr. Botto enfatiza que los niños no deben ser expuestos a pantallas antes de cumplir su primer año de vida. Esta exposición temprana puede afectar el desarrollo de sus habilidades, particularmente en el ámbito del lenguaje.
«Durante los primeros 2 o 3 años de vida, los niños están en una etapa crítica de desarrollo psicomotor y, especialmente, del lenguaje. Si los niños están expuestos a pantallas durante este período y los padres se distraen con otras tareas, pueden surgir problemas en el desarrollo del habla», señaló.
El especialista subraya la importancia de compartir tiempo de calidad y espacios de juego con los hijos en los primeros años de vida, ya que el aprendizaje a través del juego es esencial.
El Dr. Botto recuerda que incluso los bebés recién nacidos son capaces de jugar, y se debe evitar simplemente darles un juguete y dejarlos solos, ya que esto podría afectar su comunicación y desarrollo general.
El uso excesivo de pantallas por parte de los niños, como ver vídeos a través de una pantalla, puede resultar en un comportamiento pasivo en el que se repite lo que ven sin comprender el significado detrás de las imágenes.
El Dr. Carlo Botto advierte que esto puede llevar a un estancamiento en el desarrollo cerebral, lo que podría afectar su futuro. Por lo tanto, se recomienda evitar el uso de pantallas hasta que los niños alcancen alrededor de los 10 meses de edad, momento en el cual comienzan a comprender mejor lo que ven. Además, se aconseja establecer límites de tiempo para la exposición a las pantallas.
Los padres deben pasar tiempo con sus hijos
El experto insiste en la importancia de que los padres se organicen para pasar tiempo de calidad con sus hijos y crear oportunidades de juego. El juego no solo es una fuente de entretenimiento, sino que también es fundamental para el desarrollo de habilidades y la imaginación de los niños.
«Es responsabilidad de los padres encontrar tiempo para interactuar con sus hijos, ya que esto sienta las bases para el desarrollo de habilidades sociales y la comprensión de reglas. Además, permite a los padres conocer a sus hijos, su personalidad y cómo se desenvuelven en la vida cotidiana”, agrega el Dr. Botto.
El especialista advierte que la falta de tiempo de calidad entre padres e hijos y el uso excesivo de pantallas para entretener a los niños pueden tener consecuencias negativas, como el riesgo de autismo, retrasos en el desarrollo del lenguaje y problemas de socialización.
Clínica San Juan de Dios
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