En el 2023, el número de matrimonios en Perú registró una caída significativa del 21.9% en comparación con el año anterior. Según el reciente informe del INEI, esta cifra refleja una tendencia en descenso que ha afectado a diversas regiones del país.
Lima lideró la mayoría de matrimonios en 2023
Durante el 2023, se celebraron 66,804 matrimonios en el país, una cifra menor a los 85,542 registrados en el 2022. Lima Metropolitana concentró el mayor número de uniones con un 33% (21,929), seguida por Arequipa (4,155), Piura (3,477), Callao (3,456) y Lima región (3,358).
En contraste, Madre de Dios presentó el menor número de matrimonios con apenas 274 registros. Esta notable diferencia regional refleja las particularidades demográficas y sociales de cada zona del país.
Edad promedio y tendencias de matrimonio
El informe del INEI reveló que los hombres contrajeron matrimonio, en promedio, a los 39 años, mientras que las mujeres lo hicieron a los 35 años. Además, se identificó que hasta los 34 años, hay más mujeres casándose que hombres, especialmente en el rango de edad de 30 a 34 años. Sin embargo, después de los 35 años, la tendencia se invirtió y más hombres se casaron que mujeres.
Otro dato relevante fue que un 7.1% de los hombres divorciados y un 1.5% de viudos decidieron volver a casarse, superando las tasas de mujeres divorciadas (5.3%) y viudas (0.7%).
Matrimonios con extranjeros y meses favoritos
En el 2023, el 2.4% de las peruanas se casaron con novios extranjeros, principalmente venezolanos, colombianos y estadounidenses. Por otro lado, el 2.1% de los peruanos contrajeron matrimonio con novias extranjeras, siendo las venezolanas y colombianas las más numerosas.
Febrero (11.2%) y septiembre (10%) fueron los meses preferidos para casarse, mientras que enero y abril registraron los porcentajes más bajos. Además, se registraron 2,545 matrimonios en el extranjero, con Estados Unidos, Italia y España como los países con más uniones.
Este panorama refleja una transformación en las tendencias matrimoniales del Perú, donde factores sociales y económicos continúan influyendo en las decisiones de pareja.