La tarde del 7 de mayo comenzó oficialmente el cónclave, el proceso en el que los cardenales electores buscan designar al Papa número 267. Aunque existe la posibilidad de que se tomen un tiempo antes de iniciar las votaciones, se espera que hacia las 19:00 horas (hora de Roma) surja una señal desde la chimenea de la Capilla Sixtina, indicando el inicio formal del procedimiento.
La elección del nuevo Pontífice se realiza mediante votación secreta. Cada cardenal escribe en latín el nombre del candidato de su elección en una papeleta y la deposita en una urna. Para que un candidato sea elegido, debe obtener al menos dos tercios de los votos, es decir, 89 sufragios. Están previstas hasta cuatro votaciones por jornada: dos en la mañana y dos en la tarde.
Al concluir cada ronda, las papeletas son quemadas. La fumata negra indica que aún no hay elección, mientras que la fumata blanca comunica al mundo que un nuevo Papa ha sido designado.
Detalles logísticos y rituales del cónclave en el Vaticano
La gestión del cónclave está a cargo del Cardenal Pietro Parolin, ex secretario de Estado del Papa Francisco. Como figura senior entre los cardenales, es responsable del correcto desarrollo de las sesiones. Colabora estrechamente con el Cardenal camarlengo Kevin Farrell, quien se encarga de supervisar el recuento de votos, el aislamiento de los electores y la destrucción de las papeletas.
- Te puede interesar: Previo al cónclave, destruyen anillo y sello usados por el Papa Francisco
La jornada inició alrededor de las 16:00 horas locales, cuando los cardenales se trasladaron en autobús desde la Casa Santa Marta hasta el Palacio Apostólico, ubicado a 1,6 kilómetros. Luego se reunieron en la Capilla Paulina, donde se encuentran frescos pintados por Miguel Ángel, para posteriormente dirigirse en procesión a la Capilla Sixtina entonando el canto litúrgico Veni, Creator Spiritus, donde prestaron juramento.
Requisitos para ser elegido Papa
Aunque teóricamente cualquier varón católico bautizado y no casado puede ser elegido, desde el siglo XIV todos los Papas han sido cardenales. Según el Código de Derecho Canónico, los requisitos incluyen tener más de 35 años, ser presbítero desde hace al menos cinco años, contar con estudios en Teología y Derecho Canónico en una institución eclesiástica, y gozar de buena reputación.
Votación, recuento y anuncio del nuevo Pontífice
Durante la votación, cada cardenal recibe papeletas con la frase en latín Eligo in Summum Pontificem, donde escribe el nombre del candidato. Tres escrutadores, tres infirmarii y tres revisores participan del proceso. Cada voto se deposita con la fórmula: “Pongo a Cristo Señor por testigo, que Él me juzgará, que he votado al que según Dios creo debe ser elegido”.
- Podrías leer: Así surgió el cónclave y su estricta política de secreto
Las papeletas se perforan, se ensartan en un hilo y luego se incineran. Una estufa introducida en 1939 y otra electrónica, instalada en 2005, generan la fumata: blanca si hay elección, negra si no la hay.
Cuando un candidato acepta, selecciona su nombre pontificio y se produce la fumata blanca. Las campanas de San Pedro suenan y el nuevo Papa aparece en la logia central del Vaticano. El anuncio lo hace el cardenal protodiácono, en este caso Dominique Mamberti, salvo que él mismo resulte elegido.
Medidas de seguridad y aislamiento durante el cónclave
La Capilla Sixtina está equipada con una jaula de Faraday que bloquea las señales electromagnéticas para evitar filtraciones de información. Además, la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano ha ordenado la desconexión de repetidores de telefonía, incluidas señales procedentes del territorio italiano.
El uso de teléfonos móviles está prohibido, tanto para cardenales como para el personal auxiliar, quienes también deben firmar un juramento de confidencialidad.
Alojamiento de los cardenales electores
Los cardenales están alojados en la Casa Santa Marta, residencia que utilizó el Papa Francisco. Este lugar cuenta con 106 suites y 22 habitaciones individuales. Aquellos que no pudieron ser acomodados allí, se hospedan en el edificio conocido como la antigua Santa Marta, dentro de los Muros Vaticanos, lo cual garantiza su aislamiento y seguridad.