El futuro de TikTok en Estados Unidos es incierto debido a la ley que obliga a su empresa matriz, ByteDance, a vender la plataforma antes del 19 de enero de 2025. Este controversial mandato ha provocado reacciones tanto en el ámbito político como en el empresarial, mientras la aplicación sigue defendiendo su permanencia.
El plazo para la venta y sus implicancias
En 2024, el Congreso estadounidense aprobó un proyecto que restringe las operaciones de TikTok si no cambia de propietario. La normativa permite un período de 270 días para encontrar un comprador fuera de China, lo que sitúa a la plataforma en una cuenta regresiva que culmina en enero próximo.
Si no se cumple con esta disposición, TikTok será eliminado de las tiendas de aplicaciones en Estados Unidos, impidiendo nuevas descargas y actualizaciones. A pesar de la presión, la Casa Blanca puede extender el plazo una sola vez por 90 días.
Empresas como Meta, Google y Microsoft han sido señaladas como posibles compradores, mientras que competidores como YouTube Shorts y Reels continúan ganando terreno en el mercado de videos cortos.
La postura de TikTok y sus defensores
El director ejecutivo de TikTok, Shou Zi Chew, calificó la ley como una prohibición de facto y aseguró que la compañía está preparada para defender sus derechos en los tribunales. En mayo, TikTok presentó una denuncia contra el gobierno de Estados Unidos, argumentando que la medida atenta contra la libertad de expresión.
Incluso el expresidente Donald Trump se unió al debate al pedir a la Corte Suprema que considere suspender el plazo de venta, solicitando más tiempo para buscar una resolución política.
Mientras tanto, las críticas hacia TikTok persisten. Legisladores y agencias de inteligencia estadounidenses señalan riesgos de espionaje y manipulación por parte del gobierno chino. Sin embargo, la empresa asegura haber invertido miles de millones de dólares en la protección de datos para cumplir con los estándares de seguridad internacionales.
Este caso sigue en desarrollo, mientras las autoridades y la compañía se preparan para los alegatos programados el 10 de enero en la Corte Suprema.