El estado de salud del papa Francisco continúa en evolución favorable, según el último parte médico emitido el último miércoles. Tras 34 días de hospitalización en el hospital Gemelli de Roma, la infección que lo aqueja está «bajo control» y ya no necesita ventilación mecánica no invasiva durante las noches.
Avances en su recuperación
El comunicado del Vaticano confirma que el pontífice ha reducido el uso de oxigenoterapia de alto flujo y que la fisioterapia motriz y respiratoria avanza con buenos resultados. Además, Francisco «sigue sin fiebre» y sus análisis de sangre presentan valores normales.
A pesar de estos progresos, los médicos mantienen la prudencia, ya que la infección polimicrobiana y la neumonía bilateral aún no se eliminan por completo.
Sin fecha de alta y sin certezas sobre Semana Santa
Aunque su evolución es positiva, las autoridades vaticanas señalaron que su salida del hospital «no es inminente». Por ello, las especulaciones sobre su participación en las celebraciones de Semana Santa siguen abiertas. Algunas versiones indican que el secretario de Estado, Pietro Parolin, lo reemplazaría en ciertos eventos litúrgicos, aunque el Vaticano aún no ha confirmado esta posibilidad.
El miércoles, el papa concelebró la misa en honor a San José desde su habitación en el hospital. Además, envió un mensaje en el marco de la 62° Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, en el que expresó su preocupación por los jóvenes que atraviesan crisis de identidad y enfrentan incertidumbre sobre su futuro.
Mientras Francisco continúa su recuperación, el Vaticano ha espaciado la emisión de informes médicos, lo que sugiere una mayor estabilidad en su estado de salud.