La comunidad religiosa se encuentra de luto tras la muerte de Gustavo Gutiérrez Merino, el influyente teólogo peruano y pionero de la Teología de la Liberación. Su partida, ocurrida el pasado 22 de octubre, resonó en todo el mundo, incluyendo un sentido homenaje por parte del Papa Francisco, quien interrumpió la segunda sesión del Sínodo de la Sinodalidad para recordarlo con cálidas palabras. El pontífice destacó su dedicación, llamándolo «un grande, un hombre de iglesia», y reconoció su capacidad para enfrentar el sufrimiento y su inmensa contribución teológica.
Papa Francisco recuerda a Gutiérrez en el Sínodo
Durante la sesión del Sínodo, el Papa Francisco rindió homenaje al padre Gustavo Gutiérrez a través de un emotivo mensaje que fue difundido por el Arzobispado de Lima. En sus palabras, el pontífice rememoró la figura del sacerdote como alguien que supo callar y sufrir cuando era necesario, pero que también generó una teología rica y profunda.
Papa Francisco: «Hoy pienso a Gustavo Gutiérrez, un grande, un hombre de Iglesia que supo estar callado cuando tenía que estar callado, supo sufrir cuando le tocó sufrir, supo llevar adelante tanto fruto apostólico y tanta teología rica. Que en paz descanse» pic.twitter.com/BDwIqfBrmV
— Arzobispado de Lima (@arzolima) October 24, 2024
«Hoy pienso en Gustavo Gutiérrez, un grande, un hombre de iglesia que supo estar callado cuando debía, sufrir cuando le tocó, y llevar adelante tanto fruto apostólico y tanta teología rica», dijo el Papa. El mensaje fue acogido con gran respeto y admiración por los fieles, quienes oraron por el descanso del teólogo durante la Misa de Cuerpo Presente oficiada en la Basílica del Santísimo Rosario en Lima.
Una vida dedicada a la justicia social
Gustavo Gutiérrez Merino nació en Lima en 1928 y dedicó gran parte de su vida a reflexionar sobre la justicia social y la opción preferencial por los pobres. Su enfoque teológico, que situaba a los oprimidos en el centro de la praxis cristiana, se convirtió en un pilar del movimiento conocido como la Teología de la Liberación. Esta corriente promovió una interpretación de los Evangelios basada en la lucha de los pobres, impulsando la acción social como parte integral de la fe cristiana.
A lo largo de los años, su pensamiento generó tanto apoyo como críticas, pero su compromiso con los más necesitados nunca flaqueó. A pesar de las tensiones con algunos sectores del Vaticano en los años 80, Gutiérrez mantuvo un diálogo abierto con la iglesia, logrando que su obra continuara vigente sin perder de vista su objetivo de justicia social.