Entre los departamentos de Piura y Cajamarca, donde los páramos y bosques montanos se extienden sin reconocer fronteras, existe un fortalecido compromiso de las comunidades y predios campesinas, quienes promueven una economía sostenible a través de alternativas productivas eco amigables con la naturaleza.
Las instituciones como Plan Binacional capitulo Perú y Naturaleza y Cultura Internacional consolidan una alianza interinstitucional para dar vida a cuatro proyectos de conservación productiva. Se trata del fortalecimiento de la cadena productiva de café, cuyes, miel de abeja y tara.
Los proyectos involucran a las poblaciones de comunidades y predios campesinos en las provincias de Ayabaca y Huancabamba en Piura; Jaén y San Ignacio en Cajamarca, las cuales cuentan con áreas de conservación que protegen más de 111 860 hectáreas de bosques montanos y páramos.
El ámbito de intervención de los cuatro proyectos forma parte de un corredor de conservación en los Andes del Norte, donde habitan importantes especies que han encontrado un espacio libre para el desplazamiento y reproducción. Además, se ubican las principales fuentes de agua para Piura, Sullana, Olmos, Jaén, San Ignacio; entre otros.
En ese contexto, Carlos Mora, director del Área de Desarrollo Productivo y Asuntos Ambientales de Plan Binacional de la región fronteriza Perú – Ecuador, capítulo Perú, menciona que es importante brindar soporte financiero a las iniciativas productivas.
Economía sostenible
De esta manera, los productores incrementarán sus ingresos económicos permitiendo reducir los impactos negativos sobre las áreas de conservación. “Apostar por la conservación sostenible es un compromiso con efectos muy grandes sobre la naturaleza”, precisó Carlos Mora.
Por su parte, Abel Calle, jefe de proyectos de Naturaleza y Cultura Internacional, hizo hincapié de que las comunidades involucradas están comprometidas con iniciativas de restauración, monitoreo, control y vigilancia, ya que tienen la convicción de que sus actividades de café, miel, cuyes y tara poseen un valor agregado que las hace singular; al producirse en una zona conservada, dando certeza de que son productos con altos estándares de calidad y con mercado nacional e internacional.