El estrecho de Ormuz se ha convertido nuevamente en un punto crítico en la geopolítica global. Este corredor marítimo concentra aproximadamente una quinta parte del comercio mundial de petróleo y es clave para el suministro energético de varios continentes.
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Tras recientes ataques de Estados Unidos a instalaciones nucleares en Irán y en medio de una escalada de tensiones con Israel, crecen las alertas sobre la posibilidad de que Irán cierre esta ruta. Ante ese escenario, Estados Unidos ha solicitado a China que intervenga para evitar una interrupción del tránsito petrolero.
Una vía marítima estratégica
El estrecho de Ormuz conecta el Golfo Pérsico con el mar Arábigo y, a través de este, con los mercados de Asia Pacífico, Europa y América del Norte. Limita al norte con Irán y al sur con Omán y los Emiratos Árabes Unidos. En su punto más estrecho tiene apenas 33 kilómetros de ancho y cuenta con dos vías de navegación de solo 3 kilómetros cada una, aunque es lo suficientemente profundo para permitir el paso de los superpetroleros más grandes del mundo.
En la primera mitad de 2023, se estimó que alrededor de 20 millones de barriles de petróleo cruzaban diariamente por este estrecho, lo que representa un volumen anual cercano a los 600 mil millones de dólares en comercio energético, según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA).
El canal es fundamental para las exportaciones de los principales países miembros de la OPEP, incluidos Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, así como para el transporte de gas natural licuado desde Qatar. Su cierre o bloqueo tendría efectos inmediatos en el suministro global de energía y en los precios internacionales del petróleo.
EE.UU. solicita a China evitar un posible cierre del estrecho
El aumento de tensiones entre Irán e Israel, sumado a los recientes ataques estadounidenses, ha reavivado el temor de una posible represalia por parte de Teherán. El parlamento iraní ya aprobó una medida que autoriza el cierre del estrecho, aunque la decisión final recae en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán.
Estados Unidos ha pedido a China que utilice su influencia diplomática para disuadir a Irán de tomar esa decisión.
«Animo al gobierno chino en Pekín a que hable (con Irán) al respecto, porque dependen en gran medida del estrecho de Ormuz para su petróleo». señalò el secretario estadounidenses, Marco Rubio.
Además, China es el mayor comprador de petróleo iraní, lo que refuerza su posición como un actor clave para evitar una escalada en la región que impacte directamente el flujo energético mundial.
Las posibles consecuencias económicas de un bloqueo
Expertos advierten sobre los efectos económicos que implicaría una interrupción en el estrecho de Ormuz. El exdirector del MI6 británico, Alex Younger, señaló que el peor escenario en el actual conflicto incluiría el cierre de este paso. “Cerrar el estrecho sería, obviamente, un problema económico enorme, dado el efecto que tendría sobre el precio del petróleo», dijo Younger.
Por su parte, Bader Al-Saif, profesor adjunto en la Universidad de Kuwait, advirtió que un cierre provocaría un aumento inmediato en los precios del crudo y volatilidad en los mercados financieros.
“Tendría consecuencias directas en los mercados mundiales, porque veríamos un alza en el precio del petróleo y una reacción muy nerviosa de las bolsas ante lo que está ocurriendo”, expresó.