El Parque Néstor Martos se transformó en un escenario de amor y ternura la noche de este sábado 10 de mayo con el evento gratuito «Ven, Cántale a Mamá». Cientos de piuranos se congregaron para rendir un anticipado y vibrante homenaje a las madres, en una velada que desbordó talento local y emociones a flor de piel, a pocas horas de la celebración central del Día de la Madre.
- Lee también: Piura: Clases gratuitas de yoga en el Parque Néstor Martos congregan a más participantes cada semana
La noche se encendió con la chispa de los más jóvenes. El pequeño Stewart Valentino, de 7 años, integrante del reconocido Grupo La Corona de Piura, cautivó a la multitud con su carisma y desparpajo. Uno de los momentos más conmovedores llegó con Guadalupe Talledo, quien sorprendió a su propia madre dedicándole con sentida voz el tema «Mi Persona Favorita». Por su parte, Carlos Valentino Carrión deleitó a los presentes con una impecable interpretación de «Mujeres Divinas». El sabor de la cumbia no podía faltar, y fue el pequeño Gael quien puso a bailar a grandes y chicos con los pegajosos ritmos de «Cariñito» y «Boleto», demostrando que el talento piurano florece a temprana edad.
Pero la ola de afecto no se detuvo ahí. El entusiasmo fue contagioso, inspirando a otros niños del público a subir espontáneamente al escenario para recitar poemas y dedicar pasos de baile a sus mamás, ganándose los aplausos y el corazón de todos. Los adultos también se sumaron al homenaje musical: el señor Edward Chunga interpretó un emotivo «Canto a la Madre», mientras que la señora Jennifer Miranda brilló con su voz al entonar «Este secreto que tienes conmigo» y el inolvidable «Te lo pido por favor» de Juan Gabriel.
La Municipalidad de Piura contribuyó al ambiente festivo instalando una pantalla en el parque, que fue aprovechada por los asistentes para tomarse fotos y disfrutar de imágenes alusivas a este ser maravilloso que mañana, domingo, celebra su día. «Ven, Cántale a Mamá» fue, sin duda, una velada muy tierna que conmovió profundamente a cada asistente, dejando un cálido preludio para las celebraciones dominicales y reafirmando el profundo amor de Piura por sus madres.