Con motivo del Día del Reciclaje, la Fundación Ángel de Barro ofreció una jornada educativa y recreativa en el parque Néstor Martos, que congregó a decenas de familias en torno a una propuesta lúdica diseñada para enseñar a los niños sobre el reciclaje.
Desde las cinco de la tarde, personajes animados dieron inicio a una marcha simbólica dentro del parque, generando expectativa entre los más pequeños y marcando el inicio de una tarde cargada de alegría y conciencia ambiental.
Juegos y canciones con mensaje ambiental
El espectáculo, cuidadosamente estructurado para un público infantil, combinó juegos interactivos, canciones y explicaciones sencillas sobre la importancia de clasificar los residuos y proteger el entorno. La respuesta del público fue entusiasta: los niños participaron activamente en cada dinámica, demostrando interés y comprensión de los mensajes transmitidos.
La interacción constante con los asistentes permitió reforzar conceptos clave sobre la gestión responsable de los residuos sólidos, presentados de forma divertida y accesible.
Recompensas que refuerzan el aprendizaje
Como cierre del evento, la Fundación premió la participación de los niños con obsequios didácticos, buscando asociar el reciclaje con experiencias positivas y memorables. Esta estrategia permitió consolidar el mensaje central de la actividad: reciclar puede ser divertido y significativo.