Un trágico desenlace marcó la tarde del último domingo en el distrito de Castilla, provincia de Piura, cuando un joven de 27 años fue asesinado a tiros por dos sicarios motorizados en las inmediaciones de la iglesia Nuestra Señora del Tránsito. El crimen ocurrió cerca de las 4:00 p.m. en la calle Libertad, a pocos metros del templo y a solo una cuadra de la vivienda de la víctima, Luis Felipe Chininín Saucedo.
Según los testigos, Chininín estaba conversando con dos amigos en el exterior de una vivienda cuando los sicarios llegaron en una motocicleta. Sin mediar palabra, el pasajero descendió y disparó cuatro veces contra el joven. Aunque intentó escapar corriendo hacia una casa cercana, no logró ponerse a salvo y cayó abatido por los impactos de bala.
Los vecinos, alarmados por el ataque, intentaron auxiliarlo y lo trasladaron al Hospital Regional Cayetano Heredia, pero ya era demasiado tarde. Los médicos confirmaron que llegó sin vida al centro asistencial. Desde entonces, el caso ha quedado envuelto en misterio mientras las autoridades avanzan en las investigaciones para identificar a los responsables.
Una muerte rodeada de incertidumbre
Las primeras versiones sugieren que Chininín podría haber sido víctima de un ataque por error. Según fuentes confiables, uno de los sicarios estaría vinculado a una banda criminal que opera en las calles cercanas al cementerio de Castilla. Este dato es materia de una exhaustiva investigación para confirmar o descartar si el móvil del crimen está relacionado con ajustes de cuentas entre grupos delictivos.
Sin embargo, las autoridades también han vinculado a la víctima con conocidos «paqueteros», quienes utilizan como centro de operaciones los parques del cercado de Castilla. Esta información genera dudas sobre los posibles vínculos de Chininín con actividades ilícitas, aunque sus vecinos aseguran que no tenía relación con dirigentes de construcción civil ni antecedentes de conflictos graves.
Un pasado complicado
El historial de Luis Felipe Chininín incluye un episodio polémico ocurrido el 24 de marzo de 2024 , cuando fue detenido por agentes del grupo Terna del Escuadrón Verde, supuestamente por portar droga. Según su versión, los policías le habrían «sembrado» la sustancia, denuncia que presentó formalmente tras recuperar su libertad.
El joven se dedicaba al transporte informal, trabajando como mototaxista y en servicios de moto lineal en las calles de Castilla. Sus conocidos describen a Chininín como una persona tranquila, aunque admiten que su trabajo lo exponía a moverse en zonas donde operan bandas criminales.
La Policía Nacional ha iniciado una búsqueda exhaustiva de las cámaras de seguridad instaladas en la zona donde ocurrió el asesinato. Las imágenes podrían ser cruciales para identificar a los sicarios y la motocicleta utilizada en el atentado. Además, los investigadores analizan testimonios de testigos y revisan antecedentes de la víctima para determinar el móvil del crimen.