El narcotráfico y la minería ilegal generan un impacto creciente en la Amazonía peruana, especialmente en la triple frontera con Brasil y Colombia. Las mafias transnacionales controlan cultivos de coca, narcolaboratorios y campamentos, lo que amenaza la biodiversidad y la seguridad. Durante la última semana, operativos binacionales destruyeron más de 9 toneladas de droga y múltiples infraestructuras ilegales. La región sigue siendo vulnerable, pese a los esfuerzos del Estado por reducir la violencia y frenar las economías ilícitas.
Expansión de mafias y producción de cocaína
Las mafias internacionales emplean sicarios, talan bosques y construyen pistas clandestinas para trasladar cocaína y extraer oro ilegal. Estas actividades les permiten blanquear dinero y diversificar sus ingresos. Según la Policía Nacional, la producción de cocaína en Perú superó las 800 toneladas en el último año.
El exministro Rubén Vargas señala que las cuencas de los ríos Amazonas, Ucayali y Pichis Palcazu muestran un crecimiento superior al 100% en cultivos ilícitos. Estas rutas fluviales conectan con Brasil, facilitando el tráfico de droga hacia Manaos y otros puntos estratégicos.
Golpes operativos contra el crimen organizado
En la última operación binacional entre Perú y Brasil, bajo el Plan de Operaciones Amazonía 2025, se destruyeron 9 toneladas de droga, 10 campamentos y 11 narcolaboratorios. También se eliminaron pistas clandestinas y se incautaron armas, equipos de comunicación y embarcaciones. La Dirandro estima que los narcotraficantes dejaron de percibir más de 3,36 millones de soles.
El ministro del Interior, Vicente Tiburcio, destacó que Perú ha pasado de la defensiva a la ofensiva en la lucha contra el crimen organizado, con más de 55 toneladas de droga decomisadas en 2025.
Minería ilegal y amenaza a territorios protegidos
La minería ilegal se ha extendido por áreas naturales protegidas y territorios indígenas. Informes del MAAP y de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible muestran que cientos de concesiones mineras afectan reservas y cuerpos de agua. Esta actividad está estrechamente vinculada con el crimen organizado transnacional y al menos 17 grupos armados operan en la región.
Impacto económico y social
El tráfico de drogas y la minería ilegal financian economías ilícitas que generan violencia y degradación ambiental. Los operativos recientes buscan reducir la capacidad operativa de los grupos criminales y proteger la Amazonía. No obstante, la geografía y la cercanía a fronteras internacionales hacen que la región siga siendo un desafío para las autoridades.

