El ministro de Relaciones Exteriores, Elmer Schialer, informó que el Gobierno del Perú realiza gestiones para que la presidenta Dina Boluarte sea recibida en audiencia por el papa León XIV durante su viaje oficial al Vaticano. La visita se desarrollará en el marco de la ceremonia de entronización del nuevo sumo pontífice.
Durante una conferencia de prensa del Consejo de Ministros, Schialer señaló que, aunque este tipo de encuentros no son habituales en este contexto, se está evaluando la posibilidad de concretar una reunión breve entre la mandataria y el pontífice.
“Sería un gran honor y una gran excepción si logramos una audiencia, aunque sea sumaria, abreviada, con el papa León XIV. En esos esfuerzos estamos”, declaró el canciller.
Agenda oficial de Dina Boluarte en la Santa Sede
Como parte de las actividades programadas, la presidenta Boluarte tiene previsto visitar el templo donde reposan los restos del papa Francisco, en un acto de respeto y homenaje al pontífice fallecido. Este gesto marcará el inicio de su agenda oficial antes de asistir a la Misa Solemne que dará inicio al pontificado de León XIV.
La presencia de la mandataria peruana fue posible luego de que el Congreso de la República autorizara su viaje, decisión que fue destacada por el canciller como un esfuerzo conjunto entre el Ejecutivo y el Legislativo para asegurar la representación nacional en un evento de carácter internacional.
Expectativa en Perú por elección de León XIV
León XIV, de nacionalidad peruana y anteriormente obispo de Chiclayo, fue recientemente elegido como el nuevo líder de la Iglesia Católica. Su elección ha generado amplio interés en el país, tanto por su origen como por su papel en el Vaticano.
“Va a ser un día bastante duro para León XIV, pero vamos a estar muy alegres por lo que le toca a la señora presidenta, que estará en primera fila junto a líderes como el presidente de Italia y el vicepresidente de Estados Unidos”, señaló Schialer.
La ceremonia contará con la presencia de delegaciones de más de 190 países y marcará un momento histórico para la diplomacia peruana, dado el rol protagónico que asumirá la presidenta en un escenario internacional de alta relevancia.