El ministro del Interior, Vicente Romero, anunció la extensión del estado de emergencia por 60 días más en los distritos limeños de San Juan de Lurigancho (SJL) y San Martín de Porres (SMP), y en distritos de la provincia de Sullana.
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Esta medida, implementada a mediados de septiembre de este año, también se aplicaba en siete distritos de la provincia piurana de Sullana, como Bellavista, Marcavelica, Sullana, Salitral, Querecotillo, Ignacio Escudero y Miguel Checa, y expiraba el próximo 18 de noviembre.
A solo tres días de que finalice la medida, el titular del Interior destacó que el estado de emergencia dio resultado, ya que los índices de robos, hurtos callejeros y homicidios se redujeron hasta en un 30 % en las zonas donde rigió la medida.
“Esto nos ha dado un entendimiento claro de que sí funcionó la estrategia y sigue funcionando”, declaró a los medios de comunicación.
Además, el ministrito indicó que, a poco de que inicie la campaña por Navidad y Año Nuevo, se levantará la restricción de actividades comerciales, que regía desde las 12:00 a.m. hasta las 04:00 a.m. en los distritos declarados en emergencia.
Previamente, el alcalde de SMP, Hernán Sifuentes, había solicitado al Ejecutivo extender el estado de emergencia hasta que se implemente un «plan articulado» contra la delincuencia.
A pesar de que aún se reportan crímenes en SMP, el alcalde destacó que ha habido un impacto del estado de emergencia en su jurisdicción.
¿El estado de emergencia realmente funciona?
Una reciente encuesta de Datum, realizada para El Comercio, reveló que nueve de cada diez peruanos perciben que el estado de emergencia no redujo los índices de delincuencia en el Perú.
El 94 % de los encuestados afirmó que no hubo ningún cambio con esta medida, mientras que un 5 % cree que sí ayudó a combatir la delincuencia.
Según Datum, el norte del país fue la región que mostró mayor descontento con el estado de emergencia, con un grado de rechazo que alcanza el 96 %.
