En 2025, la ciencia médica podría dar un paso trascendental con el desarrollo de vacunas terapéuticas contra el cáncer. A diferencia de las vacunas tradicionales, que previenen infecciones, estas nuevas vacunas están diseñadas para tratar a pacientes que ya padecen cáncer, potenciando su sistema inmunológico para identificar y destruir las células cancerígenas.
Diferencias entre las vacunas terapéuticas y las tradicionales
El doctor Elmer Huerta, experto médico de RPP, detalló en su intervención en Espacio Vital las diferencias clave entre las vacunas contra infecciones y las vacunas contra el cáncer. Las primeras, como las de la gripe o el COVID-19, preparan al cuerpo para enfrentar futuros patógenos de manera controlada, entrenando al sistema inmunológico para reconocer y responder a esos agentes sin causar efectos graves. En contraste, las vacunas contra el cáncer no previenen la enfermedad, sino que se administran a pacientes ya diagnosticados. Estas vacunas terapéuticas ayudan a activar el sistema de defensa del cuerpo, utilizando el propio tumor del paciente para crear un tratamiento personalizado.
Avances y perspectivas en la investigación de vacunas contra el cáncer
Investigadores en Estados Unidos han centrado su atención en la vacuna mRNA-4157, dirigida al melanoma maligno, un tipo de cáncer de piel. Este tratamiento ha mostrado resultados prometedores en los estudios clínicos y se espera que sea aprobado por la FDA en 2025. Además, en el Reino Unido se están desarrollando vacunas personalizadas para combatir el cáncer colorrectal, de páncreas y melanoma. La base de estos avances es la tecnología de ARN mensajero, que también fue clave en el desarrollo de las vacunas contra el COVID-19.