Christian Cueva rompió su silencio y respondió a las graves acusaciones de violencia física hechas por su aún esposa, Pamela López. En un comunicado emitido este martes 20 de agosto, el futbolista compartió detalles de su historial médico, revelando que padece depresión crónica y otros problemas emocionales, que, según él, han influido en su comportamiento.
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Cueva se defiende y admite su responsabilidad
En su comunicado, Cueva se mostró dispuesto a someterse a cualquier evaluación médica necesaria, no para evadir su responsabilidad, sino para arrojar luz sobre la complejidad de su situación. “Hoy quiero abrir mi historial médico y someterme a cuanta pericia se disponga. Lo hago, no con el propósito de que se me exonere de culpa, sino simplemente para que se vea que la situación es más compleja de lo que parece”, expresó el jugador.
El futbolista también reconoció sus problemas internos, destacando que, a pesar de sus esfuerzos, estos a veces han ganado terreno. Afirmó que no está rehuyendo de su responsabilidad, pero pidió que no se le quite el fútbol, al cual describió como su “salvavidas”.
Revelación de su historial médico y problemas emocionales
Además del comunicado, Cueva compartió en su cuenta de Instagram una receta del Centro InterContext, una clínica especializada en asistencia psicológica y psiquiátrica. En el documento se menciona que sufre de depresión crónica, inestabilidad emocional, alteraciones del sueño, problemas con el alcohol y dificultades en su relación de pareja.
El informe médico también recomendaba que Cueva se sometiera a una terapia de pareja y destacaba la necesidad de cesar cualquier forma de violencia y de retirarse del hogar para evitar mayores conflictos.
Pamela López y sus declaraciones sobre el alcoholismo de Cueva
Pamela López, en una reciente entrevista con el programa ‘América Hoy’, reveló que ha sido víctima de agresiones físicas constantes por parte de Cueva, especialmente cuando él estaba bajo los efectos del alcohol. López confirmó que su esposo había sido diagnosticado con serios problemas con el alcohol, así como con dificultades para controlar sus impulsos y su ira.
“Las agresiones ocurrían cuando estaba en estado de ebriedad. La mayoría de veces sí. Los terapeutas que llevaron nuestro caso… le diagnosticaron eso, que tiene problemas con el alcohol, serios problemas con el alcohol… también de control de impulsos, de ira”, explicó López.