El alcalde de Lobitos, Ricardo Bancayán, expresó su preocupación porque la declaratoria de emergencia ambiental por el derrame de petróleo en Talara no considera los graves daños económicos y sociales que enfrenta la población.
Según indicó, la resolución ministerial se enfoca únicamente en la remediación ambiental. Sin embargo, no aborda la afectación a las familias que dependen de la pesca y el turismo, actividades paralizadas debido al desastre. En total, hay entre 700 y 1,500 personas afectadas por el vertido de crudo al mar.
“Los pescadores no han podido salir al mar, afectando su sustento diario. El turismo, una fuente clave de ingresos para la localidad, se ha reducido. De recibir hasta 2.000 vehículos en Navidad, ayer solo ingresaron 15. Esto ha perjudicado a emprendedores gastronómicos, hoteleros y transportistas que se prepararon para la temporada de verano», afirmó.
Reunión con Petroperú
El alcalde del distrito mencionó que el 27 de diciembre sostendrán una reunión con representantes de la empresa Petroperú. Durante el encuentro, exigirán indemnizaciones para las familias afectadas y canastas básicas para los pescadores.
«Nuestro ecosistema marino está destruido. La pesca de percebes, langostas y pulpos, esenciales para nuestra economía, tardará años en recuperarse», aseguró.