Cada 26 de agosto se celebra en Perú el Día del Adulto Mayor, una fecha instaurada por la Ley N.° 30088 con el objetivo de reconocer a quienes han contribuido al desarrollo del país y asegurar su bienestar. Según cifras del INEI 2024, actualmente existen 4 millones 748 mil adultos mayores, lo que representa el 13,9% de la población nacional. Este grupo enfrenta retos importantes en materia de salud mental, donde la depresión, la ansiedad y las demencias destacan como los problemas más recurrentes.
Depresión en adultos mayores en Perú
Los estudios epidemiológicos del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado – Hideyo Noguchi” (INSM “HD-HN”) muestran que la depresión es un problema frecuente en adultos mayores. En Lima Metropolitana y Callao, el 3,8% presentó un episodio depresivo al momento de la evaluación. Además, un 22% declaró haber sufrido depresión en algún momento de su vida, según un estudio realizado en 2012.
La Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) indicó que el síndrome depresivo probable afectaba al 14,2% en 2017. En 2020, la cifra se redujo a 10,8%. Sin embargo, la depresión mantiene un impacto social importante. Los casos son más frecuentes en mujeres, personas de 75 años a más, con bajo nivel educativo o en situación de pobreza.
Demencia y soledad en la tercera edad
Otro hallazgo relevante del INSM “HD-HN” fue la presencia de deterioro cognoscitivo sospechoso de demencia en el 6,7% de adultos mayores de Lima y Callao. A nivel mundial, la OMS estima que entre 60% y 70% de los casos de demencia corresponden a la enfermedad de Alzheimer.
La soledad es también un factor crítico. Tras la pandemia, el 39% de peruanos señaló sentirse “más solo”, lo que incrementa el riesgo de depresión y pensamientos suicidas, especialmente en personas mayores. Según la OMS, el 14% de adultos mayores padece un trastorno mental, y el 27,2% de las muertes por suicidio corresponden a personas de 60 años o más.
Actividad física y participación social como protección
Investigaciones internacionales señalan que la actividad física regular y la participación comunitaria reducen el riesgo de depresión en adultos mayores entre un 10% y 25%, llegando incluso hasta un 45% en ciertos casos. Actividades como caminar, realizar ejercicios ligeros, asistir a talleres artísticos, participar en clubes de lectura o en asociaciones vecinales fortalecen tanto la salud física como los vínculos emocionales, elementos que previenen la soledad y el deterioro mental.
El Ministerio de Salud y el INSM “HD-HN”, a través de los más de 300 Centros de Salud Mental Comunitaria en el país, promueven un enfoque integral que combine atención médica, psicológica y social, además de políticas que fomenten la actividad física y la integración social.