El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ordenó que el expresidente Jair Bolsonaro utilice un brazalete electrónico de monitoreo las 24 horas. Esto como parte de las medidas adoptadas en la investigación por un presunto intento de golpe de Estado en 2022 contra el actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
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La decisión fue emitida por el juez Alexandre de Moraes, quien dirige el proceso judicial en curso contra el exmandatario y siete de sus excolaboradores, señalados por presuntamente incitar actos hostiles y planificar acciones contra el orden democrático. El STF indicó que encontró evidencias en el domicilio de Bolsonaro que sugerían un plan para fugarse del país y solicitar asilo en Estados Unidos.
En paralelo, el caso se desarrolla en un contexto de tensión diplomática entre Brasil y Estados Unidos. El expresidente estadounidense Donald Trump se pronunció en defensa de Bolsonaro, calificando el proceso judicial como una “caza de brujas”. Además, amenazó con imponer aranceles del 50 % a las importaciones brasileñas si el Congreso de ese país no concede una amnistía a favor del exjefe de Estado.
Tras conocer la medida, Jair Bolsonaro calificó la orden como una “humillación suprema” y denunció que su proceso constituye una persecución política. La sentencia final se conocerá en las próximas semanas y, de ser declarado culpable, podría enfrentar hasta 40 años de prisión.
El STF mantiene abiertas varias investigaciones contra el expresidente, en relación con los eventos que rodearon su salida del poder y los disturbios postelectorales ocurridos tras el triunfo de Lula da Silva.
