Lo que antes solo se veía a través de las noticias en Lima ahora es una realidad en la ciudad de Piura. Extorsionadores atacaron a balazos un vehículo de la empresa de transporte interurbano Súper Star.
El atentado ocurrió a las 5:44 de la madrugada de este 18 de diciembre en la cuarta etapa del AH Enace, Veintiséis de Octubre. Afortunadamente, no se reportaron heridos; Sin embargo, el hecho ha generado pánico entre pasajeros y transeúntes.
Efectivos de la Policía Nacional llegaron al lugar para iniciar las investigaciones y recolectar pruebas que permitan identificar a los responsables. Según las primeras hipótesis, el ataque estaría relacionado con una serie de actos de extorsión dirigidos contra la empresa Súper Star, lo que ha puesto en alerta a la comunidad.
Extorsión y violencia
Este ataque ocurre días después de que las instalaciones de la misma empresa fueron objeto de un atentado. En ese caso, desconocidos intentaron incendiar el portón principal del local. De acuerdo con las denuncias presentadas, los extorsionadores exigen el pago de 100,000 soles y una cuota diaria de 8 soles por cada unidad operativa para permitir que los vehículos circulen sin problemas.
La ola de violencia ha generado preocupación entre los usuarios del transporte público, quienes temen por su seguridad, y entre los empresarios del sector, que se sienten desprotegidos ante estas amenazas constantes.
Exigir acciones inmediatas
Ante esta situación, la población y los conductores exigen contundentes por parte de las autoridades locales y nacionales para frenar estas acciones delictivas. Sin embargo, hasta el momento no se han producido detenciones ni se ha logrado identificar a los responsables, lo que evidencia una preocupante falta de medidas preventivas frente a la creciente criminalidad en la región.
El atentado no solo resalta la inseguridad en el transporte público de Piura, sino también la necesidad urgente de combatir la extorsión y garantizar la tranquilidad de la ciudadanía. Mientras tanto, los pasajeros, conductores y empresarios del sector enfrentan un clima de incertidumbre y miedo que amenaza con paralizar sus actividades cotidianas.