El 30 de agosto es una fecha importante en Perú, ya que se celebra el día de Santa Rosa de Lima, la primera santa de América. Esta festividad tiene profundas raíces religiosas y culturales en el país, siendo un día de descanso obligatorio para los trabajadores, según lo establece el Decreto Legislativo 713.
El origen del feriado: Santa Rosa de Lima
Santa Rosa de Lima, cuyo nombre real era Isabel Flores de Oliva, nació en Lima el 30 de abril de 1586. Desde muy joven, decidió consagrar su vida a Dios, dedicándose al cuidado de los enfermos y niños, y realizando actos de caridad que la convirtieron en una figura emblemática del catolicismo en América.
En reconocimiento a su vida devota, el papa Clemente IX la beatificó en 1668, y un año después fue proclamada patrona de Lima y del Perú. Posteriormente, en 1670, el papa Clemente X la declaró patrona principal de América, Filipinas y las Indias Orientales. Finalmente, el 12 de abril de 1671, fue canonizada, y su festividad se fijó para el 30 de agosto.
¿Qué implica el feriado del 30 de agosto para los trabajadores?
El 30 de agosto es un feriado nacional en el Perú, lo que significa que todos los trabajadores tienen derecho a un día de descanso remunerado. Este día es especialmente apreciado porque, al caer en viernes, permite disfrutar de un fin de semana largo, ideal para viajes o descanso en casa.
Sin embargo, aquellos empleados que decidan trabajar en este feriado tienen derecho a recibir un triple pago. Esto incluye la remuneración correspondiente al día feriado, la paga por el trabajo realizado y un monto adicional equivalente al 100% de la remuneración diaria.
Otros días feriados y no laborables en el 2024
Además del 30 de agosto, el calendario laboral peruano para 2024 incluye otros días feriados y no laborables. Algunos de los feriados más importantes son el 8 de octubre (Combate de Angamos), el 1 de noviembre (Día de Todos los Santos), y el 25 de diciembre (Navidad).
Los días no laborables, por su parte, deben ser compensados por los trabajadores en los días posteriores o según lo decida el empleador. Este esquema busca equilibrar las necesidades laborales con el derecho al descanso.