Nova de setiembre 2024 | Este fenómeno astronómico podría hacerse realidad muy pronto. Los científicos de la NASA han anticipado que una nova estallará en septiembre de 2024, un evento que podrá ser observado desde la Tierra a simple vista, algo que no ocurre todos los días.
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Un evento astronómico visible desde la Tierra
Astrónomos de todo el mundo, tanto profesionales como aficionados, seguirán de cerca este fenómeno cósmico. La nova se espera que aparezca en un punto oscuro entre las siete estrellas de la constelación de Corona Borealis, y su brillo será tal que podrá apreciarse sin necesidad de telescopios. Según la doctora Rebekah Hounsell, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, este será un suceso único que podría inspirar a nuevas generaciones de astrónomos.
El sistema binario T Coronae Borealis
La explosión prevista ocurrirá en T Coronae Borealis (T CrB), un sistema binario ubicado a unos 3.000 años luz de la Tierra. Este sistema está compuesto por una enana blanca y una gigante roja. La enana blanca, que es el remanente de una estrella muerta, está atrayendo lentamente hidrógeno de la gigante roja. Con el tiempo, la acumulación de hidrógeno en la enana blanca provoca una explosión termonuclear que libera el material acumulado al espacio, pero sin destruir la estrella.
A diferencia de las supernovas, que marcan el fin de la vida de una estrella, una nova es un evento recurrente. En el caso de T CrB, estas explosiones ocurren aproximadamente cada 80 años, y la última fue registrada en 1946.
Cómo encontrar T Coronae Borealis en el cielo
El primer registro de una explosión de T CrB data del año 1217, y la próxima podría ser visible este mismo año. Para localizar la constelación, los aficionados a la astronomía deberán buscar una curva de estrellas en forma de herradura, situada al oeste de la constelación de Hércules. Un buen truco es trazar una línea entre las estrellas más brillantes del hemisferio norte, Arturo y Vega, lo que conducirá a Corona Borealis.
Expectativas para la nova de setiembre 2024
El estallido será breve, y cuando ocurra, la nova será visible por menos de una semana, pero promete ser un espectáculo impresionante. Aunque los astrónomos esperan que el evento tenga lugar en setiembre, existe la posibilidad de que se retrase, ya que las novas recurrentes pueden ser impredecibles.
El doctor Koji Mukai, del Centro Goddard de la NASA, destacó lo difícil que es predecir el comportamiento de estas estrellas. Sin embargo, todos coinciden en que la explosión es inevitable, lo que convierte a 2024 en un año clave para los amantes de la astronomía.
