La ciudad del Vaticano vivió una jornada histórica con el funeral del Papa Francisco, fallecido tras doce años de pontificado. La misa solemne tuvo lugar en la Plaza San Pedro este sábado a las 10:00 (08:00 GMT), y contó con la presencia de más de 50 jefes de Estado y diez monarcas en ejercicio.
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Entre los asistentes estuvieron los presidentes Javier Milei, Luiz Inácio Lula da Silva, Donald Trump y Emmanuel Macron. El presidente argentino ocupó la primera fila por ser el mandatario del país natal del papa, Jorge Mario Bergoglio. También estuvieron presentes los reyes, como Felipe VI de España, seguidos por otros líderes en orden alfabético en francés.
El Vaticano organizó un amplio despliegue de seguridad, incluyendo una zona de exclusión aérea, unidades antidrones, aviones de combate en alerta y francotiradores en puntos estratégicos del centro histórico de Roma.
Último adiós al primer papa latinoamericano
La capilla ardiente de Francisco fue visitada por 250.000 personas entre el miércoles y el viernes, en jornadas que se extendieron hasta la madrugada. Esta cifra superó a la registrada en 2022 durante el velorio del papa emérito Benedicto XVI, que congregó a 195.000 fieles.
El «Rogito», documento oficial que resume el pontificado, fue depositado en el ataúd junto a él. El texto lo describe como «un pastor simple y muy amado».
El cortejo fúnebre recorrió las calles de Roma tras la ceremonia, pasando por sitios emblemáticos como el Coliseo, hasta llegar a la Basílica de Santa María la Mayor. Francisco fue sepultado allí, convirtiéndose en el primer pontífice en ser enterrado fuera del Vaticano desde León XIII en 1903. Su tumba, de mármol blanco, lleva inscrito únicamente «Franciscus» y está acompañada por una réplica de su cruz pectoral.
Sin fecha definida para el cónclave
El Vaticano no ha anunciado aún la fecha del cónclave que elegirá al próximo líder de los 1.400 millones de católicos en el mundo. Según el procedimiento, el cónclave debe realizarse entre 15 y 20 días después del fallecimiento, aunque podría adelantarse si así lo deciden los cardenales.
De los 135 purpurados con derecho a voto, más de dos tercios fueron nombrados por el propio Francisco. El cardenal luxemburgués Jean-Claude Hollerich declaró que enfrentan esta elección «con una cierta aprensión», y pidió oraciones por el proceso de discernimiento.