El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) junto al Ministerio de Justicia trasladaron a 25 internos considerados de alta peligrosidad desde el penal ex Río Seco en Piura hacia establecimientos de máxima seguridad, incluido Challapalca.
La medida respondió a la identificación de actividades delictivas realizadas por los reclusos, quienes seguían extorsionando desde sus celdas.
Este operativo buscó desarticular las redes criminales externas dirigidas por los internos. Además, se intenta reforzar la seguridad penitenciaria tras la fuga de un recluso ocurrida el pasado domingo.
Frente a la fuga ocurrida, el viceministro de Justicia, Juan Alcántara, informó que cinco agentes del INPE están detenidos por su presunta participación en la fuga del reo. Además, la Policía Nacional del Perú (PNP) también fue señalada por deficiencias en la vigilancia perimetral, especialmente en los torreones de seguridad.
Por su parte, el general de la PNP, Manuel Farías, indicó que previamente se habían solicitado traslados similares para evitar que los reclusos continúen delinquiendo. Y así prevenir nuevos incidentes de fuga.