Los niveles elevados de contaminación del aire en la región Piura pueden ocasionar distintos perjuicios en la salud, entre ellos, aumentar el riesgo de enfermedades como la neumonía. Según el Ministerio de Salud (Minsa), hasta la primera semana de diciembre se registraron 9,762 diagnósticos, un crecimiento de 14.7% frente al total del 2024. Con este avance, la región es la segunda con más casos en el país después de Lima.
La neumonía es una infección que inflama los pulmones y dificulta la respiración. Puede empezar como un resfrío o una gripe, pero se vuelve más agresiva cuando la infección alcanza el tejido pulmonar, especialmente en personas con menor capacidad de respuesta inmunológica, como los adultos mayores. En estos casos, la atención y el acceso oportuno a medicamentos desde los primeros síntomas resultan determinantes para evitar complicaciones.
En ese contexto, Germán Vega, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), advirtió que el acceso a medicamentos continúa siendo una de las principales deudas por resolver en el sistema de salud. A nivel nacional, uno de cada tres pacientes atendidos en centros públicos no recibe los medicamentos recetados y, en muchos casos, tampoco puede asumir el costo de comprarlos por su cuenta. La alta rotación en el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares) y la fragmentación del sistema han generado un suministro inestable que afecta la atención diaria.
Según el Sistema Integrado de Suministro de Medicamentos e Insumos Médico-Quirúrgicos (SISMED), solo el 50% de los centros de salud de Piura tenía abastecimiento adecuado a octubre. Esta falta de medicinas ocurre incluso cuando el Gobierno Regional ha ejecutado más del 90% de su presupuesto, lo que evidencia fallas en la gestión y distribución, no en los recursos disponibles.
A esta situación se suma una baja cobertura de vacunación en adultos mayores, una de las principales herramientas preventivas frente a infecciones que pueden derivar en neumonía. El año pasado solo se aplicó el 22% de las dosis programadas de la vacuna neumocócica en personas mayores de 60 años, y apenas la mitad recibió la vacuna contra la influenza.
Para Germán Vega, estos niveles reducen la capacidad de evitar complicaciones que terminan en tratamientos más costosos y hospitalizaciones. Añadió que Piura necesita reforzar la vacunación en puntos estratégicos de la región para contener la demanda asistencial en momentos de mayor circulación de infecciones respiratorias.
“Este año, 119 personas perdieron la vida por neumonía, de las cuales el 74% eran adultos mayores. Las acciones deben centrarse en preservar la integridad de las personas y salvar vidas a tiempo. Además del impacto en la salud, consideremos el impacto económico, que es considerable: el gasto en medicinas representa el 70% del gasto de bolsillo en salud de las familias, y en hogares con bajos ingresos este peso se vuelve decisivo. Cuando los pacientes deben comprar antibióticos por falta de stock público, destinan recursos que estaban previstos para alimentación, movilidad o cuidado de otros miembros del hogar, lo que profundiza la vulnerabilidad de muchos hogares piuranos, especialmente aquellos con adultos mayores que requieren tratamientos recurrentes”, finalizó el especialista.









