Decenas de jubilados se manifestaron este miércoles a las puertas del Congreso de la Nación Argentina en reclamo de una actualización de pensiones, la restitución de la cobertura de medicamentos y la continuidad de la moratoria previsional, que está próxima a vencer a finales de marzo. Sin embargo, la movilización pacífica escaló rápidamente en tensión cuando las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y chorros de agua contra los manifestantes.
La protesta, convocada principalmente por jubilados que cada miércoles exigen mejoras en sus condiciones de vida, contó esta vez con el apoyo de diversos sectores sociales, incluyendo sindicatos y hinchas de clubes de fútbol, quienes se sumaron para solidarizarse con su causa. Entre los asistentes había ancianos, mujeres y jóvenes que denunciaron las bajas pensiones que perciben, insuficientes para cubrir las necesidades básicas en un contexto de alta inflación.
Enfrentamientos y represión policial
Miembros de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires se apostaron estratégicamente en los alrededores del Congreso y reprimieron a los manifestantes con gases lacrimógenos y camiones hidrantes. Según testigos, las fuerzas de seguridad actuaron de manera preventiva ante la posible participación de barras bravas de clubes de fútbol, aunque gran parte de los presentes eran adultos mayores y ciudadanos desarmados que protestaban de forma pacífica.
El Ministerio de Seguridad había advertido previamente sobre la implementación de «estrictas medidas para garantizar el orden y la seguridad pública», señalando que cualquier acto de violencia o disturbios sería sancionado. Desde el Gobierno de Javier Milei aseguraron que «no se tolerarán hechos de violencia en manifestaciones o eventos de cualquier índole», prometiendo aplicar la ley con rigurosidad.
Sin embargo, estas declaraciones no evitaron que los jubilados y otros asistentes fueran reprimidos durante la marcha, lo que generó indignación entre los participantes y críticas hacia la gestión gubernamental.
Causas de la protesta: demandas urgentes de los jubilados
Los jubilados vienen reclamando desde hace semanas una actualización de sus pensiones, ajustadas a la realidad económica actual, así como la restitución de beneficios esenciales como la cobertura de medicamentos. Además, piden la prórroga de la moratoria previsional, un mecanismo clave que permite a personas sin aportes jubilatorios completos acceder a una pensión mediante pagos retroactivos. Este programa está programado para finalizar a finales de marzo, dejando en incertidumbre a miles de adultos mayores que dependen de él.
La situación de los jubilados en Argentina se ha vuelto crítica debido a la creciente inflación, que ha erosionado el poder adquisitivo de las pensiones. Muchos de ellos sobreviven con ingresos mensuales que no superan los 50,000 pesos argentinos (aproximadamente USD 130), una cifra insuficiente para cubrir gastos básicos como alimentos, medicinas y servicios públicos.
Solidaridad sindical y futbolera
En las últimas semanas, la represión policial contra los jubilados motivó que diversos sectores de la sociedad anunciaran su respaldo a la causa. Sindicatos y hinchas de clubes de fútbol, históricamente organizados en torno a cuestiones deportivas, decidieron unirse a la protesta para dar visibilidad al reclamo y demostrar apoyo a los adultos mayores.
Aunque el Gobierno intentó vincular la presencia de barras bravas con posibles disturbios, los manifestantes aseguran que su intención era únicamente acompañar a los jubilados y exigir mejoras en las condiciones de vida de los sectores más vulnerables.
Críticas al Gobierno y llamado a la acción
La violenta respuesta policial ha generado duras críticas hacia la administración de Javier Milei, acusada de criminalizar la protesta social y priorizar medidas de seguridad sobre el diálogo con los ciudadanos. Los jubilados y sus aliados advierten que continuarán manifestándose hasta que sus demandas sean escuchadas.
«Estamos luchando por nuestros derechos, por nuestra dignidad. No podemos seguir viviendo con pensiones que no alcanzan ni para comer», expresó uno de los jubilados presentes en la marcha.
Mientras tanto, organizaciones sociales y sindicales han convocado a nuevas movilizaciones en las próximas semanas para mantener vigente el reclamo y presionar al Gobierno a tomar medidas concretas que mejoren la calidad de vida de los jubilados.
