El Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), un grupo apostólico peruano envuelto en múltiples denuncias por abusos, confirmó este lunes su disolución por orden del papa Francisco. Aunque la organización indicó que esta información tiene un carácter “absolutamente reservado”, la noticia fue filtrada el pasado fin de semana y generó un comunicado oficial desde su sede en Brasil.
Reacciones internas tras la filtración
El SVC señaló que, aunque la información sobre su disolución era cierta, algunos detalles difundidos eran inexactos. En un comunicado emitido desde Aparecida, Brasil, la organización expresó su malestar por la filtración y anunció que dos de sus miembros, conocidos como ‘sodálites’, admitieron su responsabilidad en este hecho, por lo que fueron expulsados de la asamblea.
“La inconducta de estos dos miembros permitió que la prensa genere dudas sobre la fuente de la filtración”, indicó el Sodalicio, al tiempo que negó que el cardenal Gianfranco Ghirlanda, delegado pontificio, haya tenido algún vínculo con la divulgación de la información.
Asimismo, la organización reafirmó su compromiso de acatar las disposiciones del papa Francisco, reconociendo únicamente como oficiales las noticias emitidas a través de sus propios comunicados.
Antecedentes y medidas del Vaticano
El Sodalicio de Vida Cristiana ha sido investigado durante años por denuncias de abusos físicos, psicológicos y sexuales contra menores y adultos. En 2018, el Vaticano intervino la organización, y en 2023, expulsó a su fundador, Luis Fernando Figari, tras hallarlo culpable de múltiples abusos.
Además, la Santa Sede envió a Perú a investigadores como Charles Scicluna y Jordi Bertomeu para profundizar en los casos de abuso. El informe resultante reveló que al menos 36 personas, 19 de ellas menores, fueron víctimas de agresiones cometidas entre 1975 y 2002. A pesar de las pruebas, las denuncias por abuso sexual fueron archivadas por la Fiscalía peruana debido a que los casos habían prescrito.
La publicación del libro Mitad monjes, mitad soldados en 2015, escrito por los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz, sacó a la luz los testimonios de las víctimas, exponiendo la gravedad de los delitos y el encubrimiento de los mismos dentro de la organización.